viernes, 29 de marzo de 2013

Capítulo 20 'Secuestrada'





-      Tu amigo…



-      Espero no te haya asustado, es un ca.brón…siempre ha sido así. – Justin abrió una lata de RedBull. _______________ no le quitaba los ojos de encima. Había escuchado poco, pero lo necesario como para tener ciertas dudas.



-      No me ha asustado.



-      Entonces espero no a verte asustado yo.



-      ¿Te puedo hacer una pregunta? – sus bonitos ojos brillaron de repente. Justin la miró… que bien se sentía perderse en su mirada.



-      ¿Qué?



-      ¿Qué más harás conmigo? – le preguntó _______________. Y en realidad era la pregunta que se había estado haciendo desde que había llegado ahí.



Justin arrugó la lata, tirándola al pequeño basurero de la cocina. Y es que… ni él mismo lo sabía.



-      Te tendré aquí por un par de días más. – le dijo sin mirarla. No quería que ningún sentimiento estú.pido se pasara por él en ese momento.



-      ¿Para qué? – le volvió a preguntar ella. Esta vez necesitaba saber más información, se puso de pie. - ¿vas a matarme, es eso?



-      No digas tonterías.



-      Dime la verdad… lo he escuchado de tu amigo…



-      Te lo dije, es un ca.brón. – Justin intentó irse, ahora fue _____________ quién lo tomó de una mano antes de que él pudiera desaparecer.



-      Dime. – le pidió ________________. Justin bajó la mirada, la tibia piel de ______________ rozaba con la suya tan exquisitamente, le gustaba, le parecía tan sublime. Volvió a mirarla.



-      Te he dicho que no… - susurró él. Ahora ligeramente tímido. Oh mi.erda. Odiaba con el alma sentirse de esa forma. Como si le costara hablar con ella.



-      ¿Puedo saber por qué? - ________________ volvió a preguntar. Y quizá esa era la pregunta más absurda que los oídos de Justin habían escuchado. Su propia víctima preguntándole por que no la asesinaba.



-      Que te de igual saberlo ¿vale? No te interesa _______________. Es problema mío. – Justin la soltó de las manos, intentando irse de nuevo.



-      Pero quiero saberlo… -  ________________ volvió a jalarlo, esta vez del brazo. Y a pesar de que él tenía la fuerza suficiente como para soltarse, no lo hizo. Sus fuerzas habían desaparecido en ese entonces.



-      No quiero ir a la cárcel. No quiero problemas, solo quiero el dinero y te dejaré libre…



-      ¿Solo por eso? - _______________ lo miró deseosa. Quería escuchar más. Tal vez un…’no te haría daño’ algo que le diera una pista, ¿una pista para qué? Ya ni siquiera ella misma sabía lo que quería.



-      Sí _________________. – le respondió él. Y no diría más. – no quiero ni un jo.dido problema más en mi pu.ñetera vida. Ya son bastantes los que tengo.



-      Perdón…



Justin se soltó esta vez, _____________ lo dejó ir.



-      Y pronto yo también dejaré de ser un problema para ti… - le dijo él. Como siempre. Sintiéndose la mi.erda más repugnante del mundo. La persona más cruel. El problema más grande. Él y siempre él. Sin pensar que tal vez para ______________… y solo para _______________, él nunca había sido un problema. -  pronto te dejaré libre.



Capítulo 19 'Secuestrada'





Justin abrió la puerta, alguien le hizo retroceder varios pasos al ser empujado.



-      Oh vaya… que bonito ¿eh? – Nick le sonrió. Primero mirándolo a él, y luego pasando sus ojos por toda la anatomía de ___________. - ¿te la estás pasando bien?



-      ¿Qué co.ño estás haciendo aquí? – Justin caminó hasta él, colocándose instintivamente delante de __________________.



-      Solo vengo a decirte que yo ya cumplí con mi pu.ta parte del trato. – lo miró a los ojos. Estaba tenso y sofocado. Tal vez buscaba respuestas. – pero veo que tú no moverás ni un solo dedo hasta que te la hayas tirado.



-      Lárgate.



-      ¿No te bastó con que la otra vez te dejaran molido? Vah…Justin, no te hagas el hombre conmigo, que no te queda.



-      ¡Que te largues!



-      ¿Por ella? – le preguntó Nick, astuto, pues Justin no sabría que responder. La señaló con un dedo e intentó irse a pasos lentos hasta ______________, que se ocultaba detrás de Justin. – que bonito cu.lo tiene tu amiga…



-      Si no te vas, no dejarás de llorar cuando te rompa los huevos, imbécil.



-      Lindo ¿eh? Porque no se lo dices Justin, dile que al final vas a terminar enterrándola en el lugar más podrido de todo Francia…



A ______________ le entró un escalofrío. De alguna u otra manera empezaba a confiar mucho en Justin, tanto…como para afirmar que no la tocaría, que no se atrevería a matarla.

-      Es a ti a quién no voy a dudar en romperle la cara. – Justin lo empujó, el cuerpo de Nick se balanceó en su sitio, retrocediendo un par de pasos. – no te metas en mis problemas hijo de pu.ta… - lo empujó de nuevo, esta vez más fuerte. Sus músculos estaban tensos. No soportaba que nadie le dijera lo que tenía que hacer. Que alguien le diera órdenes. Y lo peor…que lo dejaran mal parado en frente de una mujer, en este caso… de ________________. Nick fue a dar a la pared con el siguiente empujón, ________________ optó por retroceder.  - ¿me has escuchado? – le preguntó Justin, hablándole a Nick.



-      No me das miedo, hijo de p.uta.



-      ¿Perdona? – lo pegó fuerte a la pared, dándole un golpe duro en el estómago. Nick se quedó sin respiración, para luego volver a reaccionar. – será mejor que te vayas si no quieres terminar peor… ¿vale? – le preguntó. Nick no le respondió, prefería guardar silencio, que a humillarse más. Justin se le acercó al oído, lo cogió de las fronteras de su camiseta, levantándolo levemente. – no te metas con ella, ¿está claro? Te expliqué muy bien el primer día quien estaba a cargo de quien… - se le acercó al oído. – y ella es mía.



-      Te está envenenando… lo único que lograra es que te metan a la cárcel, no seas tan imbécil…



-      Yo sabré que hacer.



-      Será tarde… - Justin lo bajó. El cuerpo de Nick volvió al suelo, ligeramente asfixiado. – cuando quieras cambiar de opinión… - Nick miró hacia atrás, donde ____________ aún seguía observándolos a los dos, sin escuchar nada. -  ella ya te habrá cambiado para siempre. 




Capítulo 18 'Secuestrada'





La cerradura sonó. _____________ de inmediato cerró los ojos sobre el diván, haciéndose la dormida. Había tomado un baño hace más de una hora… y conservaba el cabello mojado, humedeciendo la fina tela del bonito diván. Justin cerró la puerta, fue hasta ella para mover sutilmente su hombro, tratando de despertarla.



-      ¿Mnh? – respondió ella, entreabriendo los ojos y frunciendo el ceño.



-      ¿No quieres dormir adentro? Aquí hace frío… - le susurró. ______________ se fijó detenidamente en los finos labios de Justin, en su apetecible boca. Aquella…que había probado toda la noche. No sabía que mi.erda le pasaba esa mañana. Jo.der. Como nunca, había amanecido sensible.



-      Sí… - _______________ se sentó sobre el diván, fingiendo fatiga y sueño. Justin se volteó a mirarla, una bonita sonrisa salió de sus labios al verla estirarse sobre el mueble.



Por mucho que intentaba no mirarla, no lograba quitarle la vista ni una sola vez. Sus ojos, su boca, su bonito cabello, su lengua…cada vez que remojaba sus finos labios. Su propia voz. Su mirada. Le jo.día. Le jo.día tanto pasarce todo el día pensando en una sola mujer. Una sola sonrisa. No estaba acostumbrado a eso. Nunca había sido entrenado para ese tipo de sentimientos. Siempre había sido él y sus polvos diarios. Él y diferentes mujeres. Él y una **** más.
____________ se puso de pie, moría de ganas por quedarse… o mejor dicho, por que él le pidiera que se quedase. De mala gana caminó hasta la habitación.



-      ________________. – la llamó él.



-      ¿Sí? – se volteó ella. Con una llamita de fe.



-      Ven… - le dijo Justin. ____________ sintió que moría. ¿Desde cuando y se ponía de esa forma? No sabía, y no quería ponerse a pensar. Simplemente caminó hasta él.



-      ¿Qué? – le preguntó ella, fingiendo desinterés.



-      Nada. – susurró él. Tenía a ______________ a tan poca distancia. Tan pocos centímetros, ella se le había acercado más de lo previsto. Y eso le gustaba más. Oh sí, jo.der…le fascinaba. Ella. Ella y toda ella. Le cogió una mano y la entrelazó con la suya, la piel de ________________ se erizó por completo. Bajó la mirada. – estás fría…



-      Sí…  - susurró ella, sintiendo que Justin había cogido su otra mano restante, juntándolas, y metiéndolas suavemente bajo su fina camiseta y su cazadora de cuero.



-      Espero no te incomode.



-      No…



-      ¿Te ha comido la lengua el… - ______________ se ruborizó por completo. – espera…creo que alguien más te la comió. – Justin le sonrió, haciendo que ella tampoco se resista y suelte una fina risa. – y creo que fui yo… - _______________ intentó sacar sus manos de bajo la camiseta de Justin, al hacerlo, Justin volvió a jalarla hacia él. – y me gustaría hacerlo ahora… - se acercó a sus labios, peligrosamente rosó su labio inferior sobre la pequeña comisura de los labios de _______________. Su boca hecha agua, la necesitaba.



-      Justin… - murmuró ________________. Ahora levemente extasiada. Todo esto le ponía tanto. Él. Sus manos. Como la tocaba. De que forma. Sabía que punto tocar, y que usar…la lengua, los labios, los dedos y…su increíble masculinidad.



-      Dime nena…



-      No se que me pasa… - susurró ella. Una oleada de lujuria se paseó por el  cuerpo de Justin. Se empalmaría en cualquier momento, y esta vez…necesitaría acabarla, llegar al jo.dido orgasmo. _______________ le rodeó el cuello, apretándolo contra ella.



-      Yo sí. – le afirmó él. Los dedos de Justin se introdujeron entre las bragas de ________________, levantó una tira de ellas en la parte izquierda de sus caderas, para rozarle la piel…cuanto le gustaba… - lo necesitas. - ______________ cerró los ojos. Se mojaría. Tanto…que rogaría por un poco de su medicina, aquella que solo Justin podía darle. – tanto como yo…



-      Sí… te necesito… - abrió los ojos con delicadeza, ahora encontrándose con los ojos del Justin salvaje, lleno de lujuria y apunto de tumbarla sobre el diván y hacerla suya de nuevo. Justin volvió a besarle la boca, se había acostumbrado a su sabor, a lo bien que sabía su lengua. Le gustaba muchísimo. Apunto de posicionarla sobre el diván, y acostarse sobre ella… alguien tocó la puerta del departamento con fuerza, apunto de tumbarla.



Justin tuvo que separarse de ella con dificultad. Mi.erda ¿quién se atrevía a tocar la pu.ta puerta de esa manera? Y lo peor…¿en un momento como ese? Reventaría a quien quiera que fuera que tocara de esa forma.

Capítulo 17 'Secuestrada'



Y después de aquella noche, no quiso amanecer con ella, verla despertar…ni mucho menos besarla deseándole una bonita mañana. Tenía miedo. ¿Miedo alguien como él? Que había pasado por las peores cosas de la vida, que había enfrentado los golpes más bajos y las experiencias más sucias… ¿él? Sí…le parecía tonto, estú.pido, una completa broma, pero no había nada más verdadero que aquello: Justin Bieber tenía miedo. De ella. De ________________. De lo bien que se había sentido anoche. De lo increíble que había sido tener sexo con ella. De lo estupendo que fue besarla, tocarla, sentirla…estar en su cuerpo por pequeño minutos…escucharla gemir, respirar, pidiéndole más. De lo hermosa que era…aparte de tener un hermoso cu.lo, unos buenos senos, preciosas caderas y más…era muy bonita. Tan sutil. Tan mujer. Con un increíble carácter. Con unos ojos preciosos. Con una sonrisa increíble. No, no podía ser cierto…no podía creerse que era la primera vez que pensaba eso de una mujer. Se rio en su sitio. Hacía muchísimo frío. Se abrazó por sí solo…cuanto le hubiera gustado que ella lo abrazara en ese momento. Respiró hondo y marcó el número de uno de sus colegas en ese teléfono público, al mismo tiempo que cerraba la puerta de la cabina telefónica para hablar con más privacidad.



-      ¿Aló? – le contestó él. La voz de Ryan no había cambiado en nada.



-      Habla Justin. – le afirmó él.



-      No te había reconocido. – admitió Ryan, mientras se aclaraba la garganta. – he tratado de contactarte toda la pu.ta semana… ¿sabes? Tengo que hablar contigo.



-      Bueno, ya estamos hablando.



-      Sí eso… - se hizo un silencio entre los dos. Justin esperó a que Ryan empezara a contarle, lo conocía desde siempre, y definitivamente algo le pasaba en ese momento. – vas a decir que soy un ca.brón.



-      Jo.der Ryan, he dejado a ___________ sola… ¿me dirías de una vez? – le exigió Justin.



-      Ya… - susurró Ryan. – tengo el dinero de mi secuestrada… - empezó a contar. – no ha quedado nada en sus tarjetas, absolutamente nada. – continuó.



-      Ajá…



-      Pero  no podré hacer más…



-      ¿A que te refieres?



-      No me pidas que la mate. – dijo Ryan. Entonces Justin comprendió lo que pasaba.



-      Yo tam…



-      No puedo Justin. – admitió Ryan. – se me hace imposible… se que no te he fallado en ninguna misión, que siempre las he terminado pero… no puedo con ella…



-      ¿Por qué? – le preguntó Justin.



-      Estoy enamorado. 

Capítulo 16 'Secuestrada'



Se hundió en su cuerpo. Totalmente. _____________ contrajo la respiración, apenas y lograba dar señales de vida. La estaba penetrando tan intensamente que hasta soltaría lágrimas.



-      Ah…- soltó un pequeño suspiro. Justin se separó, para poder mirarla, para poder gozar de ese enorme privilegio. Verla así…excitada, jadeante, transpirando lujuria y gimiendo para él y solo para él. – oh sí… - murmuró ella, ahora cerrando los ojos. Apretó A Justin por la espalda, este volvió a sacar su po.lla para rozarla lentamente por los labios genitales de ______________. – hazlo de nuevo por favor…



-      Sí preciosa… - le respondió él. Y la verdad es que tampoco aguantaría tanto tiempo sin metérsela. Sin sentir ese delicioso apretón. Subió las caderas y volvió a bajarlas para satisfacer a _____________ de nuevo.



-      ¡Ahh! Sí…joder, sí… - esta vez ella gritó más fuerte. Cerrando los ojos con fuerza. Justin sintió que veía el paraíso. Que se correría con solo verla en ese estado. Le ponía tanto…más, mucho más de lo que ya estaba.



-      ¿Te gusta?



-      Sí, me encanta…me encanta…- dijo ella, poseída por sus palabras. Entonces él decidió que la haría gritar más esta vez. Sus brazos se tensaron y volvieron a alzar sus caderas.



-      Eres deliciosa. – murmuró.



Deliciosa…y toda para mí.



La volvió a embestir con fuerza, mientras ella solo lo apretaba de la espalda con la esperanza de no demostrarle que en realidad le encantaba lo que le estaba dando. Pero fue imposible.



-      ¡Sigue! Más…- le ordenó. Justin sonrió ligeramente. Una bonita sonrisa que habría hecho que cualquier mujer se mojara en ese instante. El movimiento de caderas se hizo más continuo, ______________ lo apretaba más fuerte, y él se correría en cualquier momento. Los gemidos de ________________lo enloquecían, cada vez más fuertes, más finos, más excitantes. Hacían que cada movimiento, cada penetración, cada vez que él la bombeaba con tanta fuerza y lujuria…nunca fueran suficiente. Necesitaba más. Llenarla por completo. Hasta que se corriera infinitamente. Y que sobre todo, recordara ese momento para toda su vida.



Una vez más volvió a aplastarla, su pe.ne se encontraba esta vez en todo su interior.



-      Justin… - susurró ella. Arqueando la espalda. Él se inclinó para besarle el cuello.



-      Di…me… - logró decir él, y sacó su po.lla, húmeda, cubierta por todos los flujos de ____________.



-      Esto es increíble. – admitió ella, ahora intentando abrir los ojos y recuperándose un tanto por todas esas maravillosas embestidas.



-      Vaya que lo es… - la miró a los ojos. _____________ miraba el umbral sigilosamente. Se había quedado callada. Solo su pequeña respiración, ahora ligera, se escuchaba en medio de la noche. Lo habían hecho…habían tenido sexo como tanto había querido él desde el primer día, y como tanto lo había deseado ella desde el primero momento. Los ojos de ______________ brillaban, empezaban a hacerse pesados…era cierto, después de un maravilloso polvo…le provocaba dormir. - ¿habías imaginado esto? – le preguntó él, despojándolos del silencio.



-      ¿El qué?



-      Tener sexo con tu secuestrador…



-      Nunca. – le dijo ella. Ahora cerrando los ojos. La había dejado desecha, y ni siquiera habían llegado a la cima, al orgasmo. Sí…también era verdad, después de un buen polvo solo te quedaba dormir…pero parecía que para él…eso no había significado un simple polvo.  



Capítulo 15 'Secuestrada'



Y esa fue la última palabra que hizo que Justin no se lo pensara dos veces. La cogió de los muslos y la cargó, haciendo que____________ entrelazara sus piernas tras su espalda. La toalla quedó subida hasta el último punto de sus muslos. Justin la cargó hasta el diván, para luego acostarla sobre él. ______________ lo miró desde abajo, sus ojos fueron a parar en la erección de ese hombre tan estupendamente salvaje que le ponía tanto. Él no dudo en bajarse los pantalones y el bóxer, sin previo aviso, los ojos de _______________ se nublaron por un momento, estaba viendo demasiado, empezaba a mojarse, sentía la esa fina humedad en su sexo. Él estaba en frente suyo, completamente desnudo. Le parecía un sueño. Era perfecto. En cada rasgo. Cada centímetro. Cada parte de su cuerpo, incluyendo su gigantesco pe.ne. Ahora sí estaba mojada. Lo necesitaba dentro de ella, moviéndose en su cuerpo, llenándola con esa enorme po.lla…



-      Fóllame duro Justin, duro. – él se inclinó sobre su cuerpo, se sostuvo de los codos para no aplastarla, aunque tampoco aguantaría mucho. Las palabras de _______________ tenían su miembro más erecto que nunca. Solo bastaba un solo jo.dido contacto y derramaría todo su líquido sobre sus piernas.



-      Eso haré nena… - le afirmó él. Bajó la cabeza para quitarle el pequeño nudo a la toalla que _______________ tenía, con los dientes. La abrió, un lado a la izquierda y otro a la derecha. De pronto tenía el cuerpo de ___________ desnudo frente al suyo, empezó a agitarse, jadeante, volvió a inclinarse para besarle los senos, abriendo  su boca y comiéndose ese delicioso caramelo, para luego morderlo con delicadeza.



-      Ah… - gimió ella. Se estremeció por completo. – Mnh… -volvió a decir. Se movió de pies a cabeza. Justin volvió a morderle un pecho. – oh, si…sigue…



-      Voy a hacerte esto y mucho más preciosa…



-      Dímelo… - le rogó ella, antes de que él pudiera inclinarse para saciarla mucho más. - dime lo que me harás...



-      Te sorprenderías…



-      Quiero escucharlo. – susurró ella. Justin sonrió. Que buen sexo tendría esa noche. Con una mujer de su talla. Jo.der, lo disfrutarían al máximo.



-      Abre las piernas. – le ordenó. ________________ lo hizo, mientras él posicionaba su pe.ne en la entrada a su sexo, lo rozó suavemente por sus labios vaginales, sintiendo que _____________ le apretaba la espalda, deseosa por tener adentro de una vez. - ¿quieres saber lo que te haré muñeca?



-      Sí… - dijo ella, exhausta. Quería escuchar palabras eróticas de la boca de Justin. Que la excitara más, aunque no estaba segura si podría estarlo más.



-      Te voy a **** preciosa, te la voy a meter tanto… tan dentro que vas a gritar…  - Justin tomó impulso, su miembro entró con fuerza al sexo de ________________, esta entreabrió los labios y soltó un respiro. – y vas a pedirme más y más , hasta que tu co.ño se acostumbre a mí…a mí y a lo que te voy a dar…



Capítulo 14 'Secuestrada'



Justin cerró los ojos. Al menos quería descansar por un momento, no dormir…no. Es que no podía hacerlo. No con _______________ en su cabeza, es decir…pendiente de ella. De que no intentara nada contra él o algo más, después de lo que le había contado. Aunque no lo creía. En todo caso, él estaría preparado.



______________ se secó el cabello. Recién terminaba de bañarse. Y aún con la toalla más grande enredada en su cuerpo, se asomó por el borde de la puerta de la habitación. Sus labios inferiores fueron levemente mordidos por sus dientes  al mirarlo a él…descansando sobre el diván. Entonces se dio fuerzas a sí misma y salió de la habitación, moviendo las caderas.



Encendió las luces, Justin enseguida se inclinó para observar lo que pasaba.



-      Perdona…¿te he despertado? – le preguntó ella. Con un rostro angelical. Justin se la quedó mirando antes de responder. Sus ojos se pasaron indiscretamente por todo su cuerpo, enredado por una toalla que él había usado varias veces…ese pensamiento le hizo tensarse por dentro. Aún más. Con solo saber que conservaría el olor de _______________ en esa toalla…



-      No, no estaba dormido.  – le dijo él. De inmediato, se sentó sobre el diván. Se sobó los ojos, jo.der…no era un sueño…de esos que lo hacían despertarse excitado, era _____________, era de verdad. La vio parada frente a él, con gotas de agua aun recorriendo su cuerpo. - ¿Qué haces aquí?



-      No tengo sueño… - susurró ella. Pues en realidad, si estaba ahí era por otra cosa. – así que decidí tomar un baño… - ligeramente se sacudió el cabello para atrás. El miembro de Justin se erecto al instante. – pero me ha despertado más. – admitió y soltó una bonita sonrisa, que hizo sonreír a Justin también. Aunque por dentro, estaba más caliente que nunca. - ¿tienes algo que te haga dormir?



Yo. Entre tus piernas.



-      Busca en la cocina. – le dijo él. ______________ asintió, y caminó en frente de él hasta el pequeño espacio de la cocina, abrió los estantes de madera. Él se relamió los labios, que bonita vista…el perfecto cu.lo de ______________ empapado y envuelto en una toalla, con el cabello rozándole las nalgas. Entonces quiso voltearla y hacérselo en ese mismo instante, en aquella encimera de la cocina, o en el lugar que fuera. Estaba erecto. Excitado. Y pronto eyacularía si no colocaba su po.lla en algún lugar. __________________ le ponía de inexplicables maneras. El tan solo hecho de pensar que la tenía para él y solo para él, pero que hasta ese instante no había podido hacerla suya, le ponía, le gustaba, le excitaba de infinitas maneras. La quería para él. Suya. Rozándole el cuerpo. Tocárselo. Tocárselo todo, hasta el último milímetro, abrirle las bonitas piernas…y saciarla hasta escucharle gritar su nombre.



________________ encontró una pequeña caja de Nervinetas , somníferos que hasta ella misma tomaba. Pero cuando intentó bajarlos del estante más alto, ya tenía las manos de Justin cogiéndole las caderas. Un gemido salió de sus labios…



-      Tengo algo que te hará dormir mejor… - le dijo él. Susurrándole en el oído, y se enredó en el olor de su cabello.



-      ¿Qué? – le preguntó ella. Ahora con la voz debilitada. Su plan empezaba a dar resultados. Soltó la cajita de somníferos y los dejó caer al suelo. Justin la volteó para él, para mirarla.



-      Yo. – le dijo él. Ahora besándole los labios, sus manos apretaron el cuerpo de _____________ con el suyo, mientras que poco a poco ella sentía la enorme erección de Justin bajo sus pantalones. Otro gemido salió de sus labios mientras besaba los de Justin.



-      ¿Lo sientes?



-      Sí… - respondió ella. Bajó la mirada, Justin estaba duro, igual o más que una piedra. Sus manos bajaron por su torso, hasta llegar al borde de su cintura remarcada, hasta el pelvis.



-      Tócalo. Vamos… - le rogó él. Con la voz ronca, _____________ cedió y acarició la punta de aquella erección. Jamás había hecho esto en su vida, siempre le había parecido desagradable, pero con él…todo había cambiado. Primero lo acarició suave, escuchando los leves gemidos roncos que Justin soltaba. – Dios mío nena…quiero hacértelo… - le volvió a comer la boca, mezclando su deliciosa y húmeda lengua con la de ________________.



-      Hazlo… 

Capítulo 13 'Secuestrada'



Justin se acercó a pequeños pasos, el ahora frágil cuerpo de _______________ quedó encerrado entre él y la pared. Encerrado y acogido por sus brazos. Justin le levantó la cabeza, haciendo que lo mirara a él y solo a él. Que pensara en él. Que lo escuchara a él. Que sea él, por una vez…lo único que le importara.



-      No voy a matarte. – le dijo. ______________ se mordió el labio, intentando no llorar. – he dejado que esos hijos de pu.ta hagan lo que se les ha venido en gana conmigo por ti…pero no contigo... - los brazos de _________________ le rodearon la nuca. Justin sintió una fina oleada acogedora en su estómago. Le gustaba cuando lo tocaba de esa forma. Tan sencilla y sutil. Tan propio de ella y de lo que hermosa que era. Tan mujer. Provocativa. Sensual. Ella. Ella y su poder. El poder de inquietarlo tanto. - ¿me crees?



_________________ asintió. Si hablaba se pondría a llorar.



-      Así me gusta – Justin le sonrió. _____________ bajó la cabeza, tratando de sonreír también. – jo.der…te he dicho que no me gusta verte llorar.



Esta vez ella sí rio. Bajó las manos de su nuca, para limpiarse las lágrimas de las mejillas.



-      Es tarde… - le dijo él. 



-      Sí, ya me iba a dormir…



-      Vale, hasta mañana entonces. – le dijo él. ______________ deseó que el momento no acabara ahí. Tenía unas inmensas ganas por besarlo. Sí. Muchísimas. Incontenibles. Deseaba agradecerle tanto por estar haciendo esto por ella. Tumbarlo en ese diván y comerle la boca de distintas maneras. Probar su lengua una vez más. Acariciar su torso, sus brazos, desnudos y para ella. Sus bíceps hechos a la medida. Provocarlo. Excitarlo tanto. Lo necesitaba. Necesitaba escuchar que le pedía un minuto de placer junto a ella. Necesitaba en el fondo… que le dijera que le importaba muchísimo. Que nunca había hecho eso con otra mujer. Que ella no era una simple mujer. Que ella era suya. Suya…



-      Hasta mañana. – se despidió. Caminó hasta su habitación. Justin… susurró en su cabeza. Dios mío. Justin. Mío… mío… sí… su mente estaba ocupada por él. Sus sentidos. Su cuerpo entero quería ser tocado por sus manos. Aquellas que la llenaban completamente. Aquellas que la habían tocada toda. Sin limitación. Quiero ser tuya…hazme tuya… ¿Cómo? De todas las formas. Cerró la puerta de la habitación.
No dormiría esa noche, pues tenía un plan en mente…un plan que seguro funcionaría, que haría que Justin la hiciera suya de una vez por todas. Lo deseaba. Más que a nada. Y sentía que ese sentimiento se hacía más fuerte…más y más…



Esa noche, la fo.llaría duro…



Capítulo 12 'Secuestrada'


Llevo aquí exactamente tres días. Y sigo haciéndome la misma pregunta…¿Cuándo es que me dejará libre? No lo sé…no lo sabría, si no estuviera escribiendo esto, por si alguien me encuentra alguna vez…y tal vez quiera saber sobre las últimas cosas que hice en mis últimos días de vida, por si muero…por si él me quita la vida...que se yo, ya no sé que esperar. No de él. ¿Qué harías tú, si estuvieras aquí? … en mi lugar…secuestrada…



Dejó el lápiz y el papel bajo las sábanas, para luego regresar a la pequeña sala. Tan solo quería expresarse un poco. No le veía sentido a las cosas. Justin llevaba más de dos horas en la calle. Otra vez retiraría dinero ese día. A ese paso, ya habría terminado de retirar todo su dinero. Que más le daba. Lo único que le importaba en ese entonces era irse. Dejarlo. No volverlo a ver, nunca más si era posible. Mudarse. Olvidarse de todo lo que estaba viviendo… pero…entonces, una leve oleada de sentimiento se abrió en su estómago. ¿De verdad quería olvidarse de todo esto? Sí. Quería. ¿Y porque lo dudaba? ¿Qué motivo tenía para empezar a dudarlo? No _____________, se dijo a sí misma, cerrando los ojos. Se conocía perfectamente, y conocía cada síntoma que sentía cuando empezaba a…



Justin abrió la puerta del departamento. La cerró de inmediato. Se detuvo por un momento antes de voltearse. No quería hablar, no tenía ganas, y _____________ supo por que cuando lo vio voltearse, con la mandíbula hinchada y ligeramente morada. Golpeado. Su corazón se contrajo de inmediato al verlo así, sus ojos lo observaron asustados, le dolía… y no sabía por que…le dolía verlo así.



-      Justin…



-      Déjame, estoy bien.



-      Dios mío ¿Qué te han hecho? – corrió de inmediato hacia él. Antes, cogió lo más cercano a sus manos. Una servilleta tendida sobre la mesa. Intentó pasarla sobre el mentón de él. Justin cerró los ojos, negando con la cabeza.



-      Que estoy bien… - susurró.



-      No te hace falta hacerte el fuerte conmigo. – le dijo ella. Con una bonita sonrisa en los labios, que le tranquilizó en lo más profundo. Justin también sonrió, sin saber porque, solo lo hizo. _______________ fue hasta el cilindro de la cocina, roció la servilleta de lana y volvió haca él. – está muy hinchado.
-      He estado peor.



-      ¿Qué te han hecho?



-      ¿De veras te importa?



-      No quieras pelear conmigo ¿sí? Trato de estar bien…



-      Lo digo enserio, ¿te importa? – sintió sus manos rozarle el mentón. Un roce que había sentido en lo más profundo. Se mojó los labios, muy cerca a los de ella, de nuevo… jo.dido sentimiento…que bien se sentía poder olerlos a poca distancia.



-      Sí… - le contestó ella. De lo más profundo. Más haya del rencor que se tenían. Le importaba. Sí y mucho.



-      Pues lo sabes, me han golpeado.



-      ¿Quiénes?



-      Un hijo de pu.ta… - _____________ lo miró mal. La servilleta se puso helada. Terminó de pasarla por su mentón. Al menos eso le ayudaría en algo. La dejó a un lado, concentrándose ahora en la mandíbula de Justin.



-      Pues ese hijo de pu.ta te ha dejado mal.



-      Ellos han quedado peor. 



-      ¿Quién fue? – le dijo verdaderamente preocupada. Colocó sus brazos sobre su fina cintura, viéndose realmente graciosa. El enorme polerón que Justin le había comprado le quedaba hasta un poco más arriba de las rodillas, por lo que no usaba pantalones.



-      Un imbécil ¿sí? Uno de los que se ha llevado a una de tus mejores amigas…



A ______________ le entró un escalofrío. Recordar esa escena… le erizaba la piel por completo.



-      No creo que quieras escuchar esto. – Justin caminó hasta la habitación. Separándose de ella.



-      Dímelo.



-      Eres tan terca… - refunfuñó él.



-      No me afectaría.



-      ¿Quieres escuchar la verdad? – le preguntó. Frío de nuevo. _______________ le sacaba de quicio. Ella asintió. – han matado a tres de tus amigas. – le dijo sin escrúpulos. Se abrió un silencio entre los dos. Los ojos de _____________ se humedecieron por completo, solo le faltaba cerrarlos para completar su llanto. El cuerpo se le debilitó. Sosteniéndose tan solo por la mirada de Justin. La mataría…sí…solo faltaba ella… - ¿y sabes? – le preguntó. –  solo faltas tú y otra más... - las lágrimas de ________________ se hicieron interminables. Otra vez asustada, sus manos empezaron a sudar. Sus ojos se hicieron pequeños. – la diferencia es que yo no pienso hacerte nada. 

lunes, 25 de marzo de 2013

Capítulo 11 'Secuestrada'



-      Me importa un co.ño lo que tengas que decirme, déjame en paz. – se le escapó un gemido. No podía contener las lágrimas ni un segundo más.



-      Vaya, vaya…¿quién iba a pensar que la millonaria _____________ ______________ tenía ese vocabulario? – Justin abrió los ojos.



-      Eres realmente insoportable… - quería llorar, ahora más que nunca. Un sollozo salió de sus labios. – repugnante. – una lágrima se desprendió de sus ojos. – te odio.



-      No llores.



-      Te odio muchísimo…



-      No me gusta que llores. – esas palabras salieron tan fugazmente que ____________ ni siquiera pudo escucharlas bien. Lo miró a los ojos, ahora ligeramente irritados por aguantarse las lágrimas. Justin también lo hizo.   



-      Suéltame por favor…



-      Ya… - la soltó suavemente. ____________ respiró hondo. Desquitándose. Intentó irse, sin decirle nada más. Pero Justin volvió a voltearla para tenerla para él una vez más. – no quise que lloraras…a veces no se lo que digo.



-      Olvídalo.



-      Olvídalo tú primero… - él le sonrió. _______________ no pudo evitar sonreír a medias por la preciosa sonrisa de ese hombre. – ahora, ¿me dejas ducharme? O es que quieres…ducharte conmigo…



-      No.



-      Vale, vale… - la vio salir. Menos cabreada que antes. Lo cual le hizo sonreír un poco más. _____________ … ____________ … se dijo así mismo. Tenía claro que jamás le diría lo que ebria sí le había podido confesar y que ahora sentía: Me gustas, y cada vez más. 

Capítulo 9 y 10 'Secuestrada'



Y ni siquiera fue necesario pedírselo mucho para que lo hiciera. Posicionó sus labios sobre los de ella, suavemente, un pequeño roce tan delicioso y placentero que lo dejó con ganas de más. Delicadamente empezó a moverlos sobre los de ella, abriéndolos, dándole paso a un beso grande, donde pudo deleitarse con el exquisito sabor de su lengua. Bésame… recordó en su cabeza. Y cuanto le había gustado escucharlo viniendo de los pequeños labios de ____________, que justo en este momento besaba. Le apretó las caderas, ____________ cayó sobre su pecho, subiendo sobre su cuerpo, tal vez no recordaría nada de esto en unas horas… pero quedaría en sus labios el sabor de lo que en ese mismo momento hacía.



-      Me gustas… - le susurró ella, aún entre besos. Justin separó sus labios por un segundo. Una pequeña sonrisa se había instalado en sus labios, algo inusual, pues casi nunca nadie lo veía sonreír.



-      No podría gustarte, nena.



-      ¿Por qué no?



-      No me conoces…



-      Ya se tu nombre… - Justin la apretó contra su cuerpo, para que su rostro volviera a unirse con el suyo, junto con sus labios.



-      Me refiero a lo demás.



-      ¿Yo no te gusto?



-      No dije eso…



-      Pero entonces ¿te gusto? – volvió a preguntarle ella. Ahora con una sonrisa al observar lo tenso que lo había puesto de nuevo.



-      Estás ebria guapa… si te lo digo no lo recordarás luego.



-      Te conviene entonces.



-      ¿Qué quieres que te diga? – le acarició las caderas por debajo de su blusa de seda. Cruzando la curva que había partiendo de su cu.lo hasta su espalda.



-      Que te gusto… - la piel se le erizó al decir esas palabras. No entendía por qué, si ni siquiera entendía muy bien en su subconsciente lo que en verdad le decía.



-      Sabes que sí…



-      ¡Te gusto!



-      No, en realidad me gusta hacer esto… - la volvió apretar contra él. ___________ soltó un pequeño gemido al sentir el miembro de Justin bajo su cuerpo. Grande. Grandísimo. Haría que en cualquier momento se mojara. – y se que  también disfrutas que lo haga.



-      Sí… - admitió. No había nada que la hiciera más sincera que los efectos del alcohol. – pero yo me refería a algo más… a que si te gusto…de verdad… - ambos se miraron. Tal vez ninguno tenía noción de lo que en verdad pasaba. Ese bonito e interminable momento que empezaba a confundir a Justin como nunca en su vida.



-      Sí. – le dijo comiéndosela con la mirada. –me gustas. - no supo por qué, ni como es que en ese momento se inclinó de nuevo para besarle los labios una vez más. ___________ se estremeció por completo, no quería decírlo...pero en verdad había sido uno de los mejores besos de su vida. - me gustas muchísimo. 
Habían hablado más de la cuenta. Horas y horas. Acostados sobre esas finas sábanas. Ninguno de los dos había sentido el tiempo que habían utilizado. Y sin querer… sin ninguna intención… tenía a _____________ abrazando su cintura. Su tibio aliento sobre su cuello, erizándole la piel desde hace un buen tiempo, con los ojos cerrados, y aún envuelta en un profundo sueño. Se veía mejor cuando dormía. Le provocaba fo.llarla en ese mismo instante. Las ganas de hacérselo no se le habían ido. Al contrario, habían aumentado, es que con ella…con _____________, ya no se sabía. Moría por…arrancarle la ropa, y hacérselo suavemente, despertándola con un delicioso orgasmo que escucharía a gusto. Se relamió los labios. Ahora mirándola dormir. Bonita, y jo.didamente sensual… pensó ahora.



De pronto, un ligero suspiro salió de los labios de ______________. Abrió los ojos lentamente, encontrándose con el rostro de Justin.



-      Jo.der… - se precipitó a decir ella. Ligeramente horrorizada. Retiró los brazos de la cintura de Justin. Había dormido mucho. Y podía jurar que no recordaba nada de lo que había pasado. - ¿por qué…? – susurró, sin saber porque había despertado entre los brazos de él. - ¿Qué a pasado?



-      Pensé que lo recordarías. – le dijo él. Con una sonrisa en los labios que no hizo más que preocupar a _______________. – tan bien que lo hemos pasado, guapa…



-      Basta, dímelo ¿sí? Por favor… - le rogó, tratando de recordar al menos un fragmento.



-      Voy a ducharme…



-      Justin, por favor. – volvió a decirle ella.



-      Te he fo.llado. – le dijo riendo. ____________ abrió los ojos. – tú me lo pediste así que…



-      ¿Qué?



-      Ya me oíste. – se puso de pie, con ella todavía sobre las sábanas tendidas en el suelo. En un estado de shock.



-      ¡Eres un im.bécil!



-      Sí, sí, sí… - Justin abrió las puertas desgastadas del pequeño baño. Se quitó la camiseta.



-      ¡Un idio.ta!



-      Cálmate.



-      ¿Qué me calme? – ella se puso de pie, alcanzándolo hasta el baño. – eres un maldito cerdo… - le gritó, para ese entonces Justin la había cogido de los brazos. Deteniéndola. La pegó contra la pared, ella no podía ni siquiera moverse. Jamás llegaría a igualar su fuerza.



-      Si soy un cerdo ¿Por qué has dejado que te haga lo de la otra noche? – le recordó. Un ligero calentón se pasó entre los dos. Recordando cuando ella se había dejado coger por él, de todas las maneras. A _____________ se le subieron los colores. – no me insultes más si no quieres que repita lo de hace unas horas…



-      Te odio…



-      Yo también.



-      Me das asco…



-      Sí, guapa como quieras. – puso los ojos en blanco. Ligeramente dolido por sus palabras. – una cosa más, ni te fo.llado ni lo haré. No eres de mi tipo y nunca estaría con una niña como tú…de esas, que se creen la gran cosa y al final…



-      Y al final te terminan poniendo tanto que terminas pajeándote solo en el baño.



-      Que lindas palabras…



-      Dime que es mentira, Justin.



-      No, no lo es…terminé mastur.bándome la otra noche por que jamás terminaría de correrme con alguien como tú.



-      Sí Justin como no. – intentó separarse de él. Para no llorar frente a su rostro. Sus palabras le herían en el fondo, muchísimo, pero él parecía no notarlo. - ¡suéltame!



-      Aún no hemos terminado de hablar. 



Capítulo 8 'Secuestrada'


La había dejado encerrada, a base de candados y barras de seguridad que solo un experto de la CIA podría descifrar y claro…él. Después de retirar el dinero de _____________ lo había colocado en un botín que guardaría bajo siete llaves en alguna parte del pequeño departamento. Sin embargo, había dejado el dinero suficiente para la comida que necesitaba, sin mencionar alguna ropa de segunda que le compraría a ___________, tanteando, pues no se sabía su taya.



Y después de algunas horas…había vuelto a casa.



-      Mi.erda – se dijo a sí mismo al abrir la cerradura. Cerró la puerta y observó a ____________ con una sonrisa radiante sobre el diván, con una lata de cerveza en la mano.



-      Vaya, llegas y ya insultando…



-      No te lo dije a ti, es que… ¿estás borracha?



-      ¿Yo? – preguntó ella sorprendida, al mismo tiempo que soltaba una carcajada. La lata de cerveza revotó, cayendo al suelo.



Justin negó con la cabeza, tiró el botín sobre la pequeña mesa y con la otra mano tendió la pizza que había traído.



-      Te dejo apenas una hora y haces esto. – la reprendió. – te he traído ropa y comida. – dejó la bolsa de ropa sobre el diván. – no puede ser…eres peor que una niña pequeña, te has tomado mi colección de Heineken… y ni siquiera… - cuando se detuvo, se percató de que hablaba solo.
La vio tendida, tenía los ojos levemente cerrados en un descanso profundo. Bonita. Muy bonita. Quizá había sido por algo que había terminado eligiéndola a ella de entre esas cinco mujeres. Quizá alguien intentaba decirle algo. Pero no quería ponerse a pensar en eso, al contrario, después lo notaría. La cargó entre sus brazos, intentando no despertarla. Los borrachos eran más duros que una piedra, pero aún así tuvo cuidado. Sus manos se aferraron a los muslos de ella, teniéndola con firmeza. Caminó hasta la habitación, abriéndola con una mano, sus músculos se tensaron cuando tuvo que acostarla sobre las sábanas en el suelo. Toda mi colección de Heineken… pensó. Y una leve sonrisa se expandió entre sus labios.



-      Lo lamento… - le dijo ella. Abriendo los ojos suavemente. Justin se tensó.



-      ¿Por qué?



-      Por tomarme tu colección.



-      Da lo mismo.



-      Pero dijiste que te molestaba.



-      Ahora te digo que me da lo mismo. – intentó irse, apunto de colocarse de pie, sintió las tibias manos de ___________ cogerle el brazo.



-      No te vayas… - le pidió en susurros. Justin la miró a los ojos, era inevitable no hacerlo cuando lo necesitaba…se sentía tan bien cuando la miraba tan intensamente. – vamos, quédate… - murmuró ahora, acariciándole los bíceps. Justin lo sintió exquisito. Observó las pequeñas manos de _____________ acariciarle el brazo. Jo.der ¿de qué me manera lo hacía que lo ponía tan tenso?



-      ¿Para qué? – le preguntó, sin querer saber la respuesta, tan solo deseaba quedarse ahí mismo.



-      No lo sé… - ___________ lo empujó hasta ella, esta vez para que se acostara a su lado. Justin cayó tendido. Las fuerzas se le habían ido. De pronto se encontraba hechizado por ella y sus penetrantes caricias. – tal vez para que me digas tu nombre.



-      Pensé que lo sabías… - dobló los brazos y los colocó bajo su cabeza. – Justin. Justin Bieber.



-      ¿Y por qué lo de ayer? – preguntó ella.



-      ¿Qué cosa?



-      Te detuviste.



Y una cosa era cierta. Los borrachos eran los más sinceros del mundo.



-      Tú no querías… - le respondió sin sobresaltarse. No valía la pena molestarse de nuevo.



-      ¿Cómo lo sabes? - ____________ dio vuelta. Cayendo sobre el torso de Justin. Él volvió a posicionar sus ojos sobre los de ella. Esta vez sí tenía tantas ganas de hacerla suya. Tantas. Muchísimas. Le deseaba con toda su pu.ta alma. Se relamió los labios. Necesitaba hacer suyo cada centímetro de su boca.



-      ¿No es así? – le preguntó. Su brazo izquierdo le abrazó la cintura por detrás. Haciendo que sus cuerpos se junten más esta vez. Los senos de ___________ quedaron atrapados entre el torso de Justin.



-      No… - le respondió ella. Mi.erda, ¿lo decía solo porque estaba ebria? O porque… ¿en verdad lo sentía así? – Justin… - una oleada de deseo se apoderó de él cuando la escuchó decir su nombre. Se la imaginó gritándolo ahora. Con la garganta ronca. Gimiendo. Duro. Al ritmo de sus caderas. Cubierta en sudor. Dándoselo todo. Hasta la última gota de su dulce sexo. - bésame… - le pidió. Y sí. Mil veces sí. _____________… lo estaba volviendo loco. 

martes, 19 de marzo de 2013

Capítulo 7 'Secuestrada'


Y Paris amanecía nubloso ese día. _____________ se asomó por la puerta de la pequeña habitación…otra vez, él afuera, ahora encendido por los escasos rayos de sol de la inmensa ventana que se extendía ante él. ¿Había mencionado lo guapo que era? Y no lo había recordado…ni siquiera conocía su nombre. Los pequeños ojos de _______________ se pasearon por toda esa masa de músculos, desde la punta de los pies hasta el último cabello. Y pensar que anoche estuvieron a punto de…



-      Ven aquí. – le indicó él. La había sentido desde hace varios minutos. _______________ abrió más la puerta para salir. - ¿me has oído? Ven. – le dijo de nuevo.



-      ¿Qué? – le preguntó ella.



-      Necesito las claves de tus tarjetas. – le indicó. – escríbelas en ese papel ahora mismo, que no tengo tiempo para perderlo.



-      ¿Mis…



-      ¡Tus claves! – gritó. ______________ observó el papel tendido sobre el diván con un bolígrafo, se acercó a el antes de que Justin pudiera gritar más. – no tengo ni solo minuto más, así que escribe las jo.didas claves de una vez.



_________________ movió la mano rápidamente. Apenas podía recordarlas por lo nerviosa que Justin la ponía. Digito un par de números, para luego escribir un par más hasta completar el grupo.



-      Tienes dos tarjetas de crédito a tu nombre y dos de debito. – le dijo él, al observar que había digitado la clave de solo una. – escribe las claves de todas tus pu.tas tarjetas.



-      No recuerdo las de las dos últimas…



-      ¡No me mientas! – volvió a gritar. A _____________ le entraron ganas de llorar, sin embargo, no lo hizo. – Mi.erda…- dijo él, cabreado.



-      Te lo juro… no las recuerdo… - susurró ella. Ahora con las manos temblando.



De pronto las paredes resonaron. Justin las golpeó de nuevo. Un par de veces más. Desquitándose por completo. Lo necesitaba. Necesitaba tener un descanso de su propio ser, de sus propios recuerdos, de _______________, de lo que había pasado anoche. Golpeó la pared tres veces más, los ladrillos explotarían en cualquier momento. Explotarían como él, que no tenía control…cada vez que recordaba la clase de mi.erda que había sido hace unos años. Y de lo que había sido capaz.



-      Voy a recordarlas…- dijo _______________, entre lágrimas escondidas. Su rostro húmedo lo decía todo. – te lo prometo… - le entregó el papel, que casi se cayó de sus manos por lo temblorosa que se encontraba ella misma.



Justin descansó de sus propios golpes, recibiendo el papel que _________________ le daba. ¿Qué culpa tenía? Acaso… ¿ella había tenido que ver con sus errores del pasado? La vio voltearse de espaldas, y explotar en llanto ahora que ya no lo miraba.



-      Deja de llorar. – le ordenó. – no vas a solucionar nada con eso. - _______________ detuvo las lágrimas, aunque por dentro…prefería morir. Sin mentiras, prefería al hombre de ayer. – mientras más rápido salgamos de esto, más rápido te irás de aquí. - _____________ le prestó atención, no había nada que desee más que irse de ese lugar ahora mismo. – y más rápido te olvidarás de mí.



Le dijo…sin saber…que pronto eso sería lo que más le dolería.

Capítulos 5 & 6 'Secuestrada'


-      Suéltame…- murmuró ella. Justin deslizó sus manos suavemente por los brazos de ella. Haciéndola estremecer. Conocía cada movimiento que ella apetecía de él. – hay alguien que espera por ti. – le indicó, y su mirada apuntó hasta la puerta.



-      Jo.der… - Justin se volteó. La prostitu.ta lo esperaba en el borde de la puerta. ______________ no había logrado observarla bien con la oscuridad hace unos minutos, era muy guapa a decir verdad, alta y rubia. Justin caminó hasta a ella, sin decirle una sola palabra a _______________. Estaba cabreado, tanto que cerró la puerta de la habitación con fuerza, _______________ saltó en su sitio. ¿Y como no enfadarse después de a verlo dejado con las ganas? Le pagó lo acordado a la mujer que había contratado para saciarlo, despidiéndola. Una francesa bonita que había sabido complacerlo, pero no lo suficiente, pues ______________ lo había empalmado en menos tiempo.



Inmadura. Mil veces, pensó. ¿Se cree la gran cosa? No se lo podía creer. No había mujer en el mundo que lo hubiera rechazado de tal forma. En otros casos, si hubiera llegado a ese nivel con cualquier otra, esta hubiera aceptado. Pero ¿______________? Mi.erda. Mi.erda. Mi.erda. ¿Aún conservaba la erección? Bajó su mirada. Sí, aún la tenía. Más grande ahora. ¿Y como no? Si con tan solo rozarle la piel…su pe.ne había  reaccionado como si hubiera despertado después de un año de abstinencia. ¿Qué tienes __________ _____________? pensó. ¿Qué tienes que me gusta tanto? Y que de alguna manera, no se lo quería dar.
Abrió con rudeza la puerta de la habitación. _____________ se volteó sobresaltada. Menos mal y esta vez no la encontraba en ropa interior. Cerró la puerta, haciendo ruido de nuevo.  



-      Es muy tarde…



-      Se me ha quitado el sueño.



-      ¿No confías en mí?



-      ¿Tengo que responderte?



-      Sí muñeca…



-      Jo.der…que no me gusta que me llames así… - le respondió ella.



-      Y a mí no me gusta tenerte de invitada en mi casa. – la retó él.



-      Es tu problema.



-      Vaya, vaya… - dijo caminando a pasos lentos. ______________ sintió que la calentura volvía a ella. Que hombre. Cuanto la ponía. – hay alguien aquí que no tiene idea de lo que le puede pasar si sigue portándose mal. – murmuró. Ahora muy cerca a su rostro, ______________ intentó no mirarlo demasiado, concentrándose en otro punto que no fuera él. – y de lo bien que la puede pasar… - Justin le acarició el mentón con su labio inferior. Rozándolo como una tercia pluma. – si se porta correctamente…



-      ¿Tantas ganas me tienes?



-      Muchas… - ahora la apretó de la cintura, haciéndola cortar la respiración por un fragmento de segundo. Juntaron sus cuerpos. Una sensación increíble. – agradécelo… he contratado a una pu.ta para no fo.llarte antes, me estoy aguantando mucho… - le acarició la cintura con sus manos, alzando ligeramente la fina tela que le cubría las caderas. Su dedos hicieron contacto con la tibia piel de _______________.



-      Te lo he dicho…jamás estaría con alguien como tú… - murmuró ella, a base de gemidos, pues Justin había posicionado sus labios sobre su cuello, recorriéndolo tan sensualmente como podía. Ella cerró los ojos. Justin levantó la mirada la escucharla hablar, sabía lo que sentía en ese momento debido al tono de voz que manejaba. Estaba excitada. Lo único que le faltaba era un pequeño empujón… así que intentó besarle los labios de un puñe.tera vez. Comerle la lengua y hacerla gozar tanto como podía. Pero ella, volvió a separarse. – jamás dejaría que alguien como tú me besara los labios…



Y esa fue la gota que colmó el vaso. Justin la cogió con fuerza, estampándola en la pared. Su mirada era otra, sus ojos…ahora embarrados en lujuria, la miraron sin importarle lo que podría venir después. Le quitó la ropa tan rápido como pudo. Ahora ella no tenía como defenderse, ni siquiera las palabras podrían calmar a esa fiera que había creado y que estaba apunto de comérsela. Desnuda, las ganas tampoco fueron efímeras. Observaba todo lo que hacía, de que manera la cogía y como se excitaba más cuando veía todo lo que tenía ante sus ojos.



-      Nadie va a besarte los labios, preciosa… - le advirtió él. Ella sintió las manos de Justin apretarle el cu.lo tan fuertemente que logró juntarle el cuerpo hasta su poderosa erección. – será todo lo contrario. – ahora dejó de ver su rostro. Tenía a Justin besándole el estómago mientras suavemente bajaba por sus caderas. Y ella, decidió aferrarse a la pared para poder contener esos enormes gritos que quería soltar. Los dedos de Justin la tocaron desprevenida, metiéndolos en el espacio de entre su piel y sus finas braguitas. Los besos de aquel hombre la siguieron persiguiendo por todo el cuerpo, ahora sentía que la atacaba por abajo, justo ahí…donde ella no tardaría en gritar. Sus dientes mordieron ligeramente las braguitas de _______________ por el costado. Bajándoselas. Ella se estremeció. ¿Qué se estaba dejando hacer?



-      Ah… - murmuró ella. Un primer gemido que la ayudaría a soltar los demás. De pronto recordó a la prostituta, gritando… gritando por él, por lo bien que se debía sentirlo adentro, muy adentro de ella. Se mordió el labio. Sin darse cuenta tenía las bragas a la rodilla. 
Capítulo 6
-      Eso es. – le dijo él. Animándola a que dejara tocarse por él. Que lo dejara tocar a su máximo esplendor. – te gustará preciosa… - ahora se colocó de rodillas, la mejor posición que podía tener, tenía tanto por hacer en ese apetecible se.xo. Se mojó los labios. La imagen era tan fuerte, que con solo verla aferrada a la pared y apunto de gritar, se estremecía más y más, con muchas más ganas de hacérselo en ese mismo instante. Tenía los labios húmedos. Y podía percibir que la feminidad de _______________ también lo estaba. La abrió de piernas, ________________ ya no ponía resistencia. ¿Y como lo iba a hacer? Si le gustaba tanto lo que sentía…tanto…que pensó que moriría. Meneó las caderas, entregándole más a Justin. – grita todo lo que quieras muñeca, estamos en Paris…nadie sabe nuestro idioma… - la miró pícaro. Mordiéndole uno de los muslos, para luego pasar su lengua por uno de ellos, de arriba hacia abajo. Que buen olor percibía haya abajo. Se acercó a su abertura, entre los dos labios genitales, le satisfacía tanto ver eso… sus labios besaron delicadamente la feminidad de ________________.



-      Mnh… - susurró ella. Ahora poseída por él. Justin la besó de nuevo, ahora con más intensidad.



-      Te gustara… - dijo él. – más… cuando pase mi lengua por ahí… - _____________ soltó un pequeño gemido ahogado. Justin había introducido su lengua en ella, en todo su esplendor, una oleada de placer se expandió por todo su cuerpo.



-      ¡Ahh! Oh… - gritó ella. Justin volvió a bombearla con la lengua. Tan intenso como podía. Deseando tanto que su pe.ne ocupara el lugar de su lengua.



-      Te gusta guapa, dímelo…dime que te gusta…



-      Sí, Dios…me encanta… - le respondió ella. La cabeza de Justin no dejaba de moverse, al compás de su lengua y acoplándose con los intensos gemidos de ella. Mi.erda. Si se la comía una vez más, eyacularía sin siquiera ver terminado. Cuanto poder tenía aquella mujer. Sus pantalones reventarían. Necesitaba fo.llar. Fo.llarla. Era más que un simple deseo. Era algo que su propio cuerpo le obligaba a hacer.



-      Necesito fo.llarte… - le pidió. Subiendo entre besos hasta su rostro.



Se miraron. En un momento interminable. Los ojos caramelo de Justin atraparon a los __________(co) de _______________. El deseo seguía ahí, pero en cambio, de pronto…hubo algo más fuerte. Algo que le invadió el cuerpo y la mente. ______________ sostuvo la mirada, lo único que reflejaba era miedo, temor, aunque también disfrutado del momento, sabía que Justin la tenía en sus manos y que podía hacer lo que quisiera con ella. No quería abusar de ella. No de nuevo…



Se le separó. Pequeño recuerdos invadieron su mente. Recuerdos que le dolían muchísimo. Prefería masturbarse por su propia cuenta. Se metió al baño de la habitación, mientras _______________ aprovechaba en arreglarse la ropa interior. De nuevo en su lugar. Más avergonzada que nunca. Y en medio del silencio lo escuchó gemir desde el baño. Seguramente imaginándosela.
Si no había terminado de comérsela…había sido por algo…había prometido jamás volver a abusar de una mujer. 

Capítulo 4 'Secuestrada'


______________ se levantó. Tenía el cuerpo ligeramente cubierto por una fina capa de sudor. Sumándole todo el dolor que sentía en ella por a ver dormido sobre esas sábanas que Justin había preparado para dormir. Se había hecho de noche en menos de lo que había imaginado. Fue hasta el baño donde, recordaba, había dejado su ropa secando después de a verla lavado como pudo. Se la puso y cuando pudo salir del pequeño baño…sus oídos escucharon lo que jamás nunca le hubiera gustado percibir.



-      ¡Sí! – gritó una voz femenina desde afuera. ____________ agudizó el oído. - ¡Oh sí! Sigue…sigue… - gritaron de nuevo. La piel de _____________ se erizó por completo, optando por un color diferente. Ruborizada, intentó abrir la puerta de la habitación. - ¡Más! Oh…sí, más… - la vista se le nubló por completo al observar a Justin haciéndoselo a una mujer en el diván. Tragó saliva. La oscuridad la ayudaba a ocultarse. Asco. Jo.der. Esa mujer no dejaba de gemir cada vez que él entraba en ella con fuerza. Y ______________ podía verlo, observaba como se retorcía cuando Justin la embestía con ganas, bombeándola de placer, apretando las manos, gozando hasta el punto máximo ese inmenso deleite.



-      ¿Te gusta? – le preguntó él. Aquella voz la estremeció por completo. Tanto que hasta procedió a morder su labio inferior, deseosa…sí…deseosa por estar en el lugar de esa mujer.



-      ¡Sí, Dios…sigue! – le ordenó ella. Y _______________ en su lugar, también deseaba que siguiera follándola, haciéndoselo, observarlo todo. Cuando de pronto, los sentidos volvieron a su lugar y en vez de seguir observando, se encerró en la habitación de nuevo, haciendo sonar la puerta con fuerza.
Los gemidos se detuvieron. _____________ sintió que moría, la habían descubierto. Trató de esconderse en el baño, pero él…ya estaba dentro de la habitación.



-      Estás pálida – le dijo, al encender las luces. Traía los pantalones a la cadera, ligeramente sudado y despeinado.



-      Sí, sí…debe ser… - le respondió ella. No quiso mirarlo a los ojos por que sintió que se ruborizaría de nuevo.  



-      Y como no vas a estarlo y has visto lo de afuera. – Justin soltó una risa pequeña.



-      Ha sido intencional.



-      Sí, claro.



-      No me gusta ver porquerías. – le dijo molesta. – al menos deberías tener un poco de respeto por mí.



-      Lo tengo.



-      Oh claro…y por eso traes a esa pu.ta a este departamento mientras yo estoy aquí. – se ruborizó de nuevo. ¿Por qué le reclamaba al propio secuestrador?



-      ¿Te ha molestado guapa? Te recuerdo que esto no es más que un jo.dido secuestro. – la miró. Ahora él también estaba enfadado, y al notar que ella igual, decidió seguirle el juego. – además…si lo he hecho es por que te has dormido en ropa interior…



_____________ tragó saliva. Ahora sí sentía la sangre sobre en su rostro.



-      Es que solo a alguien como tú se le ocurre dormirse en ropa interior con alguien que ni siquiera conoce. – la miró a los ojos, comiéndosela con la mirada. Sus ojos fueron a parar entre sus se.nos, de nuevo pensó en lo dulce que sabrían en su boca. Al igual que su se.xo. Delicioso. – Y no dudaría… - susurró, y entrecerró la puerta un poco más, de la habitación. Poco a poco fue aminorando la distancia que había hasta ella. – en pensar que estás mojada… - _____________ tembló por dentro al escuchar esas palabras. ¿Cómo lo sabía? ¿acaso…lo sentía? Relamió sus labios involuntariamente. – mojada después de a verme visto haciéndoselo a alguien… - ______________ retrocedía a medida que él se acercaba, tanto que fue a parar hasta la pared, chocando con ella, sin escapatoria, pues él estaba del otro lado, impidiéndole salir. - ¿me equivoco? – suavemente posicionó sus manos sobre las caderas de ______________. Se había excitado en menos tiempo con ella , que con la pu.ta que había contratado para saciar sus deseos. Y es que su deseo era ella. Fo.llarla. Se apegó a _____________, respirando su propio aliento, y rozando su erección en el vientre de ella, haciéndola sentir de alguna manera todo lo que provocaba en él. Se movió en círculos, la misma _____________ soltó un leve gemido. Ahora sí estaba realmente mojada. Excitada en su punto máximo. – dime que quieres sentirme dentro de ti. – susurró él. – dímelo…vamos…



-      No. – le dijo ella. El sentido común había vuelto a ella a tiempo. ______________ lo alejó, a pesar de tener las manos de Justin firmes en sus brazos. Al menos tenía una cosa clara. – jamás estaría con alguien como tú

Capítulo 3 'Secuestrada'


Declaran desaparecida a ____________ ______________ , hija del empresario Richard ____________(ap) , desde ayer por la noche después de no encontrarla en su residencia en Las Vegas. La policía aún está buscando testigos, para las únicas personas que habían viajo con ella también están desaparecidas…



El somnífero había hecho efecto en ella desde que habían partido de Las Vegas. No específicamente en un avión de primera clase, si no más bien un agencia de la que ella jamás había oído hablar. Con amenazas, algunos gritos y llantos, Justin había logrado que _______________ no hablara en todo el viaje. Que carácter tenía esa mujer. Discutía tanto con él como podía. Cada vez que tenía la oportunidad, ¿acaso no sentía ni un poco de miedo con él? , era diferente…muy diferente a cualquier otra.



Justin la tomó del brazo, después de ocho horas de viaje, era la primera vez que la tocaba. La sostuvo fuertemente, _____________ solo cedió. Él metió las llaves del departamento en la cerradura y procedió a abrirlo. Hizo entrar a _______________.



-      ¿Te gusta? – le preguntó a ella, refiriéndose al departamento.



-      No. – le respondió ella. Seca. Y con un hilo de voz. De inmediato se adentró más al pequeño cuarto que Justin había conseguido para los dos.



-      ¿Pensabas que iba a comprarme una suite solo para tenerte a ti? – la vio entrar. Delicadamente posó sus ojos en las caderas de ella, sin que ____________ lo notara del todo. Relamió los labios ahora al observar su delicioso cu.lo, y sí…tal vez pensar un poco…todo lo que haría con el. Cerró la puerta del departamento, solo él sabía como asegurarla por si ____________ quisiera escapar. Dos candados. Tres y después se hicieron cuatro. Una barra de seguridad. Y otra amenaza. – creo que no tengo que volver a repetirte lo que te pasaría si intentas salir ¿no?



______________ ni siquiera le respondió. Su cuerpo empezaba a debilitarse. Ahora más que nunca deseada dormir. El jodido somnífero de Justin, que él había utilizado en su pañuelo, le había hecho efecto…o tal vez solo deseaba llorar un poco en algún lugar lejano, sin que él pudiera verla.



-      Necesito dormir…- le confesó ella. Justin la miró de reojo. No es que realmente le importara lo que ella necesitaba, su misión era solo tenerla y exprimir todo el dinero que pudiera conseguir de ella, pero de alguna u otra manera… quiso atenderla. 



-      No hay lugar. – le dijo él. Por primera vez se atrevía a mirarla a los ojos. _____________ también lo hizo. – esto no es un hotel nena.



-      No necesito una cama, solo necesito dormir. – le dijo ella, ahora con la voz debilitada. ¿Qué mier.da le pasaba? De pronto se sentía peor que nunca. Descompuesta. Lo último que le faltaba en ese momento era enfermarse.



Justin escuchó sus últimas palabras. Se adentró a la única habitación que había en ese pequeño departamento y entrecerró la puerta para que ________________ no pudiera observar lo que hacía haya adentro. Sacó un par de sábanas y una manta gruesa para luego tenderlas en el piso.



-      Duerme aquí. – le dijo él. Frío. Como siempre. _____________ lo escuchó y fue hasta la habitación en donde Justin estaba.



-      Gracias… - susurró ella, sorprendida. No se esperaba ese gesto de él. Levantó la mirada, que guapo era…de verdad… le gustaba mucho mirar sus ojos. Aunque pareciera una tontería.



Él asintió.



-      _____________ … - murmuró él. Y a ella le dio un pequeño escalofrió al escuchar su nombre entre sus labios. Tanto que llegó a erizarle la piel. – no causes problemas ¿sí? No quiero tenerlos contigo.  – le dijo, antes de cerrar la puerta de la habitación. Con todo esto no había llegado a preguntarle su nombre, ¿Cómo es que se llamaba? Aún no lo sabía. Pero después de todo no había resultado tan mal… observó lo que había hecho por ella para que pudiera dormir y le dieron ganas de llamarlo…preguntarle su nombre…se rio de ella misma al escuchar sus propias fantasías.
¿Qué dirían sus amigas de algo como eso? , volvió a reírse. Ahora se concentró en su ropa. No se la cambiaba desde ayer. Como odiaba aquello. Volteó a mirar la puerta de la habitación, completamente cerrada…no perdería nada si se cambiaba ahí mismo. Así que se quitó la ropa que traía desde ayer y se adentró en el pequeñísimo baño que había dentro de la habitación, colocándola sobre el lavadero. Su bonito encaje quedó al descubierto, junto con esas bonitas braguitas de ceda que le remarcaban muy bien las deseables caderas y nalgas. Se quitó los tacos, deseosa por descansar por fin… salió del baño, después de a ver lavado como pudo su ropa y dejándola secar y al cado de eso… se acostó sobre las sábanas que habían en el piso.



Pero que buena estaba…muy buena, buenísima. Con todo en su lugar. Y si empezaba por las piernas, pararía en un lugar prohibido que su lengua moría por probar. ¿Qué pasaría si se la comía ahora? Justin intentó aguantarse las ganas. Miraba todo desde la puerta. ¿Es que acaso era un jo.dido plan para empalmarlo como nunca en su vida? Relamió los labios, ahora mirándole los senos, redondos y jugosos…deseó tanto lamerlos ahora mismo, hasta hacerla gritar tan fuerte como podía, era su única petición. Hacérselo. Tanto. Duro. Durísimo. Meter su miembro entre esas piernas deliciosas. Hacerla gozar hasta escucharle pedir más y más. Cierra la pu.ta puerta… se dijo a sí mismo. Dándose cuenta de la enorme erección que ahora adornaba sus pantalones con solo mirarla tendida sobre esas sábanas, con una bonita lencería…y cuanto amaría sacársela con los dientes ahora… dijo entre sus pensamientos. Oh mier.da…que Diosa. Entra y fó.llala… le dijo su subconsciente muy dentro de él. Justin cerró y abrió los ojos rápidamente, necesitaba irse de ese lugar antes de que pudiera terminar irreconocible con ella. Fo.llándola con todas las fuerzas de su caderas. Cerró la puerta sigilosamente. Vaya, estaba empalmado y con la vista más nublada que nunca, necesitaba fo.llar, fo.llar duro con alguien, ahora mismo. Y no se aguantaría las ganas.